¿Seremos todos desarrolladores de IA antes de 2030? Puede que ese futuro esté más cerca después del evento de OpenAI en Madrid. La inteligencia artificial se afianza como el terreno de juego favorito para quienes buscan crear, experimentar y conectar con millones. Y esta vez, las herramientas son más accesibles y potentes que nunca. ¿Listo para la revolución?
Un ecosistema que rompe récords: ChatGPT y la expansión de la comunidad
El ambiente era eléctrico. En el evento para desarrolladores de OpenAI 2025, Sam Altman —CEO de la compañía y rostro indiscutible de la revolución IA— soltó la bomba nada más comenzar: cuatro millones de desarrolladores formando parte de su ecosistema y unos 800 millones de personas usando ChatGPT. Hace apenas dos años, eran la mitad. Pero esto no va de cifras frías. Va de terreno conquistado, de oportunidades que se multiplican. Altman no dudó: “Es el mejor momento para ser desarrollador”. Y cuesta llevarle la contraria.
Apps dentro de ChatGPT: el gran salto para creadores
La gran noticia del día: a partir de ahora, cualquiera con buenas ideas y algo de código puede crear aplicaciones funcionales dentro de ChatGPT. Sí, has leído bien. Dile adiós al viejo concepto de los ‘plugins’, y prepárate para apps nativas que funcionan como un diálogo más dentro del chatbot.
- ¿El ejemplo? Coursera y Canva son solo el inicio. Desde ya, podrás pedirle a ChatGPT que te busque un curso de diseño en Coursera sin salir del chat. O diseñar una invitación en Canva sin saltos de pestaña. Otros nombres que se suman: Booking.com, Spotify… la lista crece.
Todo esto es posible gracias a un nuevo ‘APP SDK’, el kit de desarrollo simplificado que, en teoría, permitirá a los equipos lanzar sus productos a millones a través de la propia interfaz conversacional de ChatGPT. El usuario pide, el bot sugiere la app adecuada. El resultado: más visibilidad para los desarrolladores; más magia para el usuario final.
Agents para todos: creación sencilla, resultados potentes
¿Otra novedad jugosa? El ‘Agent Kit’. Si alguna vez has querido programar tu propio agente inteligente (de esos que hacen tareas, gestionan información o te ayudan con rutinas), OpenAI quiere ponértelo fácil. Desde la idea inicial, pasando por la integración de herramientas y widgets, hasta la gestión avanzada y métricas de rendimiento. Y sí, todo seguro y bajo control vía un panel centralizado. Esto, para muchas startups, puede traducirse en velocidad y menos dolores de cabeza.
Codex, renovado y vitaminado para equipos de ingeniería
Casi todo el código que se mostró durante el evento fue generado con Codex, el agente de programación de OpenAI, ahora más ágil gracias a GPT-5. Su escopeta: redactar nuevas funciones, responder sobre la base de código y hasta detectar errores. Esta versión trae integración con Slack, un nuevo SDK más potente y controles específicos para empresas. En teoría, menos trabajo repetitivo para los desarrolladores y más tiempo para innovar.
Actualizaciones de API: GPT-5 Pro, voz en tiempo real y Sora 2
OpenAI no se ha guardado nada en este evento: anunció el despliegue de GPT-5 Pro a través de su API. ¿Para qué sirve? Tareas complejísimas, desde análisis legal o financiero hasta soporte en salud, con un nivel de razonamiento más profundo y preciso. Añade a la mezcla gpt-realtime-mini, un modelo de voz económico (70% más barato) que facilitará la integración de diálogos naturales.
¿Y para los creadores multimedia? Sora 2 en versión beta dentro de la API: ahora se puede jugar con duración del vídeo, relación de aspecto y resolución. Todo, bajo demanda. El sueño de los que mezclan IA y creatividad, hecho realidad.
Conclusión: OpenAI se come el mundo… y te invita a la mesa
Que nadie se engañe: el mensaje es claro. La IA ya no es solo para ingenieros de bata blanca. Con estas herramientas, programar o lanzar tu propia aplicación se parece más a una conversación que a escribir párrafos infinitos de código. Y si OpenAI ha convencido al mundo de que la IA pertenece a todos, este evento lo reafirma. Así que, si tienes ideas, este es tu momento. Dejarlo pasar sería casi pecado tecnológico.