¿Se va Microsoft del hardware? ¡Para nada! La próxima generación Xbox ya está en cocina y preparada para sorprender, pese a los rumores. El reajuste de Xbox Game Pass ha traído revuelo, pero también muchas pistas sobre el futuro real de la marca gamer de Redmond.
Xbox Game Pass sube el listón (y el precio): ¿adiós a las consolas?
No hay conversación gamer en estos días que no mencione la nueva estructura de Xbox Game Pass. Sí, la suscripción que ha revolucionado cómo y qué jugamos. Microsoft ha reconfigurado sus tres planes –y de paso ha animado el gallinero con un incremento en sus tarifas, siendo el Ultimate el que más lo nota: pasa de 17,99 a 26,99 euros. Ouch.
¿Vale la pena ese nuevo precio? El servicio ahora integra:
- Una biblioteca de juegos cada vez más abultada
- Juego en la nube potenciado
- Opciones de juego remoto en todas sus modalidades
Pero claro, este salto de precios ha avivado rumores que llevan un tiempo en el aire: ¿Va a dar Microsoft la espalda a las Xbox físicas y centrarse únicamente en el streaming? ¿Veíamos el principio del fin para el hardware dedicado?
“Seguimos apostando por consolas”: Microsoft desmiente los rumores
La red ardía. Opiniones por todas partes. Pero en Redmond han salido al paso –contundentes– para calmar a los fans: No, Xbox no planea abandonar el desarrollo de consolas. Nada de eso. Más bien, ¡están metidos de lleno diseñando el futuro de su hardware!
Así lo han confirmado a Windows Central, lanzando un mensaje directo: “Estamos invirtiendo activamente en nuestras futuras consolas y dispositivos propios diseñados, desarrollados y construidos por Xbox”. Además, dejaron claro que no habrá solo software o nubes intangibles; se vienen cacharros nuevos, con su toque Xbox, pero también preparados para el ecosistema Windows.
AMD: El músculo bajo el capó de la próxima Xbox
La colaboración estratégica continúa. Ya lo avisaron en junio: los procesadores AMD serán el corazón de la nueva generación Xbox. ¿El objetivo? Una experiencia de juego multidispositivo, donde tu consola será solo una parte (crucial, claro) de una red mucho más flexible y versátil, anclada en la potencia del PC y la nube. Sin separar, sino sumando: lo mejor de ambos mundos.
Hardware y cloud, más unidos que nunca
Que nadie se confunda: el cloud gaming llega para convivir y complementar, no para sustituir a la consola. Microsoft quiere seguir ofreciendo alternativas, tanto para el purista del sofá y el mando como para los fans del “streaming everywhere”. Lógico –el gaming ya no es monocanal.
¿Qué nos espera? El futuro a toda potencia
Así que, si eres de los que disfruta el tacto de una Xbox bajo la tele, hay buenas noticias: la consola sigue viva, hay inversiones potentes en hardware y la promesa de una Xbox futura, todavía más integrada con Windows y con los gráficos de AMD al máximo. ¿Y el Game Pass? Evoluciona, sí; más caro, también. ¿Valdrá la pena? Eso solo lo sabremos en la próxima generación de gamers.
Por ahora, la partida sigue. Microsoft juega fuerte y Xbox no sale del tablero. Más bien se reinventa… y promete partida doble.